domingo, 21 de julio de 2013

Los centímetros que separan tu boca de la mía.

Y aunque no me creas creo que aún te creo
Y aunque no me quieras creo que aún te quiero
Yo, perdida entre la confusión de no saber si sí o si no
Voy esquivando tus miradas ...


La gran duda entre mente y corazón, entre deber o no deber, entre querer o querer más... Estoy cansada de ignorar las señales que me llevan a ti, pero tengo miedo de perderme en el camino. Otra vez. 
Que no es fácil para ti, lo entiendo. Pero más difícil es para mí, siempre intentando no cagarla contigo, porque lo último que quiero es dejar de saber de ti. Ojalá pudiese meterme en tu desordenada cabecita y saber que piensas, sería de ayuda.


lunes, 8 de julio de 2013

Asunto: Recordándote.

'Ella era la polla. Que era especial, todo el mundo lo sabía. Dejaba cuellos torcidos a su paso, y solo el tonto miraba al cielo. No se bien si era su constante sonrisa dulce, sus pecas, su mirada pícara o simplemente el brillo de sus ojos verdes. No se si era la forma de caminar, de mover el culo, la forma en la que se colocaba el pelo o como te contaba sus historias. Puede ser que fuese su encanto, sus ganas de sacar siempre una sonrisa a todo el mundo, o su forma  de pasar de todo, de hacer lo que le daba la gana, a pesar de lo que le decía la gente. No se lo que era, pero no dejaba indiferente a nadie. Tenía cientos, que digo, miles de pretendientes, y miles de números pidiéndola atención, sin embargo, ella contestaba cuando quería, te hacía parecer enfermo, todo el día enganchado al puto móvil a ver si te había respondido. Pero cuando te respondía... ay, cuando te respondía eras el hombre más feliz del mundo; y es que ser una hija de puta formaba parte de su encanto. También era detallista cuando se preocupaba por ti, cosa que hacía a menudo porque siempre estaba haciendo de madre con su gente. Tenía un mar infinito en los ojos en los que era imposible no perderse, aunque al final, se acabó ahogando en ellos. Sí, yo también fui unos de los que fantaseaban con su culo, y se derretían con su sonrisa. Yo también la quise más que ningún otro y le colocaba el pelo detrás de la oreja. Conocía sus miedos, su forma de follar, y el tono de su risa. Pero esta vez, ella me quiso a mi también. Esa fue su perdición, desde entonces, aunque ha vuelto a ser la misma, sigue teniendo mi forma de cuidarla, de besarla, de mirarla e incluso de hacerla reír clavada en una parte de su corazón. Y aunque ella nunca lo reconocería, pasó de querer ser superheroína a quererme a mi como a la heroína.'

Julio, 2013.


viernes, 14 de junio de 2013

Por encima de la bola del mundo, estás tú.

Escribir entre lágrimas es difícil, pero necesito hacerlo.

No puedo soportar la idea de no tenerte a mi lado, no puedo. Llevo años esperando tenerte a mi lado, salir a tomarnos unas cervezas, coger el coche e ir de aventuras, salir de fiesta para después acabar en tu piso, que estemos mal, y corramos a vernos, en 20 escasos minutos. No puedo.
Llevo meses imaginándome como sería tenerte aquí conmigo, sentir que cada día crecemos un poquito más, de la mano y juntas. Presentarte a todos los chicos que me gustan que me llames cabezaloca y después me digas que fulanito no te gusta porque tal y menganito por pascual. Así eres tú, inconformista, y si me tienes que llevar la contraria en algo me la llevarás, no lo dudo.
¿No te parece increíble? ¿Cuántas personas pueden decir que han llegado a vivir una amistad como la nuestra? Un amistad de verdad, que se demuestra cada día con hechos, una amistad imperfecta, porque ni de lejos somos perfectas, pero son sus imperfecciones lo que más me gusta de ella. Una amistad que a mi parecer a superado miles de barreras, la más importante la DISTANCIA.

Ahora que veía esta distancia recortada llegan malas noticias. Se que no hay que perder la esperanza, pero me juego mucho, me la juego a ELLA.
¿Para qué mentir? Si su destino no es Madrid, todos mis sueños se van a la mierda. Que sí, que ya hemos superado la barrera de la distancia pero no son lo mismo 4 horas que una y media; no es lo mismo verte dos veces al año que casi una al mes. Que no digo que con esto se pueda acabar la relación, ni mucho menos, yo seguiré poniéndole empeño y ganas, porque te lo mereces, nos lo merecemos. Aunque debo ser realista, no va a ser lo mismo. Cada una conocerá nuevas amistades, y poco a poco las cosas se deterioran...  NECESITO TENERTE A MI LADO.
Y no lo digo solamente porque te quiero, de verdad, necesito tus ánimos y tu apoyo aquí. Necesito alguien que me alegre las tardes, necesito alguien que me diga de una vez que todo va a ir bien y que las cosas se van a ir poco a poco solucionando, con su ayuda. Te necesito aquí Marta, eres demasiado importante para mí y me es imposible imaginarme Madrid sin ti.


Te adoro.

sábado, 25 de mayo de 2013

Los mordiscos que faltaban.



Llevas tanto tiempo escuchando la misma mierda, viendo la misma mierda que cualquier cosa hace que explotes. Estás decepcionada, enfadada y no puedes más. Hasta que alguien aparece en tu vida por arte de magia, como si de un mago se tratara, o más bien un ángel, mi ángel, y te cambia los planes.

A veces simplemente necesitas que alguien te recuerde las cosas buenas. Que te recuerde como te sonreía cada vez que entrabas en clase por la mañana, que te recuerde las tonterías que decías para que todo saliese perfecto, los golpes que se daba cuando se enfadaba contigo, y o que es mejor, la reconciliación. Necesitas que te recuerden que tú no querías tener un perro grande, tú querías tener un pato, que los coches rojos cuando estás medio dormida y te preguntan es una buena respuesta y que siempre te insultaba de la forma más dulce.

Lo pienso y no me puedo enfadar contigo. Si pongo en una balanza tus cosas malas y tus cosas buenas, estas últimas acabarían ganando.
Recuerdo cuando nos vimos pro primera vez, cuando querías huir nadando por el mar de tu mundo, y yo tenía en mis ojos el mar verdoso en el que podrías perderte, y te perdiste, y al final terminaste haciendo que me perdiese yo, sola, sin ti.

Entonces recordé que un día dijiste que algo nos alejaba, que quizá eran los mordiscos que faltaban por darnos los culpables de que un abismo estuviese entre nosotros, que éste nos destruyese poco a poco, pero ahora entiendo que lo que pasaba es que tú provocabas ese abismo, porque tenías miedo de que fuese perfecto, de que fuese más grande que tú, más eterno, y tratabas de camuflar lo que pensabas con un poco de amor, pero en realidad era miedo, miedo a que te descubriese y me propusiese el reto de enamorarte y no supieses estar a la altura.

De todas las cosas que vivimos, buenas y malas, aprendí. Y ahora más que nunca te valoro y te doy las gracias, en cierto sentido me hiciste crecer. Y por mil razones, no puedo dejarte ir, necesito tenerte en mi vida, eres demasiado importante.

lunes, 4 de febrero de 2013

Reconstruyendo mi sonrisa


- Pero cariño no te enfades...

No me llames cariño!. Dijo ella con expresión seria.

¿Por qué?

+ Si no me quieres ¿para que me llamas cariño?

Vale cariño. Le susurró él al oído mientras la abrazaba muy fuerte.